jueves, 22 de julio de 2010

LLEGADA A AUSTRALIA: CARAVANAS, TIMOS Y CAIRNS DEL 20 AL 22 DE JULIO

Llegamos a Australia tras más horas de viaje de las que nos esperábamos, pero cargados de ilusión. Nada más llegar al aeropuerto, cogimos un autobús hasta el backpacker donde teníamos reservada la noche. Llegamos ya de noche, y cansados del viaje, así que casi que fuimos directos a la cama. Nos encontramos con la desagradable sorpresa de que el backpacker tenía conciertos esa noche, y sacaba a la gente a cantar, tipo karaoke. Lo malo era que nuestra habitación daba directamente a donde la gente se dedicaba a desafinar (porque cantar, lo que se dice cantar… cantaron poco). Sin embargo, el cansacio era más fuerte que los desafinos de la gente. A la mañana siguiente nos esperaba un intenso día.

Nada más levantarnos, nos dedicamos a buscar una furgoneta de recolocación. Nos dimos cuenta que era demasiado complicado para el tiempo que disponemos. Así que con la ayuda de Buddha, el recepcionista del backpacker, que se ofreció a ayudarnos, nos pusimos a la búsqueda de una de alquiler. La más económica que encontramos no tenían ninguna disponible hasta el día siguiente. Como no entraba en nuestros planes quedarnos un día más en Cairns, el recepcionista, amablemente, nos ofreció quedarnos una noche gratis. “Debe cobrar una buena comisión” pensamos, y aceptamos con agrado. Tras tener uno de nuestros principales problemas resueltos, nos dispusimos a dar una vuelta por la ciudad. Que resultó ser bastante fea y comercial. Así que, debido a que el tiempo tampoco acompañaba mucho, nos dedicamos a preguntar en otras compañías. Encontramos una furgoneta un poco más grande por el mismo precio, y pensamos que nos convenía tener el máximo espacio posible. Por eso, volvimos al backacker a comentarle al recepcionista nuestro cambio de opnión, y si había algún problema en cambiarlo, ya que habíamos dejado ya una señal. Comprobamos que no había ningún problema, y nos pidió un poco más como señal (eso pensamos).

La sorpresa llegó al día siguiente, cuando, ya en la empresa de alquilar de furgonetas, al querer cambiar la cobertura del seguro, ya que Buddha no nos había contratado seguro, nos dimos cuenta que los 340$ que nos había cobrado a modo de señal, no era señal alguna, sino que se lo había quedado él como honorario de hacer 2 llamadas. Nos quedamos de piedra, con una sensación de indefensión por haber sido timados. Así que nis fuimos sin cerrar el alquiler, pero con la promesa del vendedor de que nos la guardaba hasta que solucionásemos el “problema”. Cuando llegamos al backpacker de nuevo, intentamos no llegar de malas, pero nos resultó imposible. Sobretodo porque nuestro “querido” Buddha libraba ese día, y…¿cómo le explicas a su compañera que son unos timadores, sin decirselo de malas? Muy difícil. Finalmente, la compañera optó por la mejor opción para todos y nos devolvió todo nuestro dinero. Al final, los que les hemos “timado” somos nostros ya que nos han “regalado” una noche gratis. Contentos aunque también desconfiados, volvimos para terminar de formalizar el alquiler de nuestra furgo. Ahí nos dimos cuenta que Manuel tenía el carnet de conducir caducado y no podía alquilarlo, así que sólo Julieta puede conducir la furgo. Será así?? Lo dudo.

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