domingo, 15 de noviembre de 2009

QUEEN CHARLOTTE TRACK ( 14-15 Noviembre 2009)

Aprovechando otro de nuestros findes en el curso de inglés, Tracy, el novio de Laurita, nos organizó otra escapada. Esta vez íbamos a hacer un track por la montaña, pero esta vez en bicicleta. Gracias a Tracy, estaba todo super bien organizado, hasta nos llevaron las mochilas!! Y menos mal, porque no sé qué habría sido de nosotros sino...

El primer día pintaba bien, cogimos en Picton el acuataxi que nos llevaría a donde empezaríamos el track, y al poco de salir de Picton nos cruzamos con una manada de delfines. =)

Empezamos la ruta en Punga Cove, y al poco de empezar nos dimos cuanta que no era tan fácil como pintaba. Ya me estaba temiendo esto... Laura y Tracy son literalmente unos “Madelman” y es duro seguirles el ritmo! Por si eso fuera poco, descubrí la diferencia entre una Mountain Bike y una bici normal: Los frenos.No puedes frenar con los frenos s la vez si no quieres verte en el suelo. Lamentablemente, esto lo descubrí tras verme varias veces en él. Tanto es así que acabé cogíendole miedo a la bici. Y eso es lo peor que te puede pasar. El camino ya de por sí no era fácil, lleno de piedras y muy empinado para subir y muy empinado para bajar. Pero si además te sientes insegura con tu bici, estás vendido. Y eso es justo lo que me pasó. El primer día fue duro, tanto por la inclinación de las cuestas, como por las caídas. Pero las vistas, preciosas.

Esa noche acampamos en Portage Bay con los músculos doloridos, pero contentos por la experiencia. El día siguiente fue más fácil, menos inclinado, lo que te permitía disfrutar más del paisaje y un tramo por carretera, así que menos piedras también. Las vistas recordaban un poco a Mallorca, pero sin explotar. Los Sounds muy verdes contarstaban con el azul de mar. No sé si lo he dicho antes, pero aquí el mar tiene un azul especial. El color del agua es muy intenso y las aguas cristalinas. Debe estar relacionado con el cielo, que a mi parecer, también tiene un color especial.

Manuel disfrutó como un niño pequeño con la bici y las cuestas abajo. Menudas velocidades que cogía!!

La guinda del pastel fue nuestra llegada a Picton. Mientras esperábamos a Laura y Tracy, que como buenos “madelmanes” en lugar del acua taxi, deshicieron todo el camino en bici, nos encontramos con una manada de delfines literalmente dentro del puerto. Fue genial verlos tan cerca. Aquí hasta los puertos tienen el agua limpia y cristalina. Eran los típicos delfines del Zoo, mucho más grandes que los delfines Héctor, que vimos en Kaikura. Con buen sabor de boca, regresamos a Christchurch, pensando en el increible fin de semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario