lunes, 18 de enero de 2010

DESPEDIDAS Y PINGÜINOS (13 al 17 de Enero 2010)

Tras terminar el Wwoof de Dunedin, nos dirigimos otra vez a Christchurch, ya que en unos días regresan a España Carlos y Chiqui y nos queremos despedir de ellos. Decidimos pasar la noche en Omaru porque queremos ver los pingüinos azules. De camino, hacemos una parada en Moeraki y fuimos al Lighthouse (el faro) donde estuvimos en el “primo-viaje”. Esta vez, al ser avanzada ya la tarde tuvimos más suerte. No nos conformamos con hacer el camino de la vez anterior y esta vez rodeamos la valla, ya que la reserva de Yellow Eye Penguins (pingüinos de ojos amarillos) está vallada a fin de que no entren depredadores, al haberlos visto anteriormente en Dunedin, sabemos diferenciar sus graznidos, y fuimos siguiendo sus llamadas. Nos encontramos con decenas!! Y también vimos muchas crías. Pero esta vez no sé por qué, no se asustaban al vernos, hacían su vida tan tranquilos a pesar de nuestra presencia. Fue como estar en un documental de National Geographic! Estábamos tan cerca que casi podíamos tocarlos!! Con mucho cuidado de no molestarlos, y emocianadimos por la experiencia, seguimos el camino ya que teníamos que llegar a Omaru a tiempo de ver los Blue Penguins, los pinguinos más pequeños del mundo, que pesan aproximadamente 1 Kg y que por las noches, salen del mar y se dirigen a una fábrica abandonada para dormir allí. Dicen que puedes verlos cruzar la calle, así que allí nos dirigimos. Al llegar nos encontramos con que está muy explotado y organizado para turistas. Han construido unos nidos para ellos y han cerrado el recinto y te dicen que si quieres verlos tienes que pagar 20$, pero nosotros habíamos oido que podías verlos gratis!

Tras dar muchas vueltas sin éxito y no encontrarnos con ninguno, decidimos separarnos. Manuel se quedó fuera esperando a ver si les veía y Julieta entró al recinto. Una vez vividas las dos experiencias, podemos decir que NO hay que pagar nunca la entrada al recinto. Ya que aunque si entras te aseguras ver los pingüinos, tienes que verlos desde una especie de gradas y desde la distancia. No te dejan sacar fotos. En cambio,si esperas fuera los ves líbremente cruzando la calle e ir hacia sus nidos. Al finalizar el “espectáculo” nos quedamos un rato por los alrededores del recinto para ver a los más retrasados. Son muy asustadizos y muy pequeños, y es increible ver como se buscan unos a los otros para encontrar su pareja. Fue una tarde genial!!

Llegamos al mejor backpacker donde hemos estado hasta ahora (con diferencia) y pasamos la noche tranquilamente poníendonos al día con los correos, parece mentira pero desde que estamos en NZ, estámos mucho más pendiente de los emails de lo que estábamos en España, y tras una semana Wwoofeando sin internet, teníamos muchos retrasados.

Llegamos a Christchurch, para estar los últimos días de Carlos y Chiqui, parece que han intentado subastar su coche sin éxito los días anteriores y están verdaderamente preocupados sobre qué hacer con él. Tienen el mismo cohce que nosotros y nos contagian esa preocupación. Esperamos poder venderlo al marcharnos!! Los días pasan y van a una segunda subasta, y lo vendieron por más dinero del que lo compraron!! Increible la suerte que tienen siempre!! Esos días Manuel estuvo aprendiendo a surfear con Tracy y Carlos y no se le dá mal... también nos fuimos a escalar. Y nos encantó!!

Como fiesta de despedida para Carlos y Chiqui, hicimos una competición de tortillas españolas!! Chiqui Vs Manuel. Desde que hemos llegado a NZ estamos cocinando un montón de tortillas. Hemos tenido que llegar a las antípodas y echar de menos la cocina española para aprender a cocinarlas! La verdad es que nos echamos unas risas!!

Como ya va siendo una tradición, en el último día de Carlos y Chiqui nos fuimos a cenar al Belga unos deliciosos Mussels. Os vamos a echar mucho de menos, " jovenzuelos”!!

martes, 12 de enero de 2010

Wwoofeando en Dunedin -2ª Parte (5 al 12 Enero 2010)

Los días transcurrian, y el tiempo no nos acompañaba, así que Noelene que a sus ochentaytantos tiene una energía extraordinaria, se vió obligada a buscarnos tareas alternativas dentro de la casa. Sin embargo, a Dion siempre se le ocurría algo que podíamos hacer por las tardes, que solía coincidir con que despejaba un poco. Eran días ventosos, así que las nubes corrían rápido por el cielo, alternando momentos de lluvia y claros. Había que aprovechar los momentos de claros.

Visitamos Port Charmers, un pueblecito muy cercano a la casa de Dion y Noelene, ya que ellos viven en Otago Peninsula y no en el centro de Dunedin, de donde salian esos días cruceros con barcos realmente inmensos. Siguiendo el camino llegamos a Aramoana, una playa que Dion nos había recomendado, porque suelen haber gente surfeando, gente como Dion que ya octogenario y sigue prácticando Windsurf: impresionante. Al llegar, nos encontramos con una señal del Doc que explicaba que era una reserva de pingüinos de ojos amarillos (yellow eye penguins) así que nos pusimos a buscarlos. Nos encontramos con un señor que nos explicó que la mejor hora para encontrarse con ellos es a partir de las 7 de la tarde, ya que salen del agua después de pasar el día nadando y se dirijen a los nidos. Justo coincide con la hora de la cena, y nosotros tenemos que estar a las 6 en casa para ayudar. Nos quedamos pensando cómo podríamos verlos.

Al día siguiente, mientras estábamos en el jardin con Noelene, le propusimos cenar algo por dunedin y regresar más tarde para poder ver a los pingüinos, pero ella pensó que era mejor cenar antes e ir luego a verlos. Así que ahí estábamos, a las 17:30 de la tarde, cenando para poder ver los ansiados pinguinos de ojos amarillos. Les invitamos a venir con nosotros a verlos, pero era un día frío y prefirieron quedarse en casa. Los pinguinos son muy asustadizos, y si te ven en la playa no salen del agua, asi que los escondimos entre las rocas a esperar a que salieran. Y al rato de esperar, vimos al primero!! Tímidamente sale del agua y se dirige hacia las dunas! Al sentir nuestro movimiento, se gira y se vuelve corriendo al agua. Tenemos que cambiar nuestra posición, ya que en las rocas no tenemos muy buena perpectiva. Ya que no tenemos ropa muy vistosa, decidimos camuflarnos entre los arbustos de las dunas y esperarlos allí. Nos sentíamos como en un documental de National Geographic, encondidos entre los matorrales, esperando que salieran los pinguinos del agua. Poco a poco empezaron a salir. Y qué graciosos que son!! Cómo caminan!! Los pingüinos son de los pocos animales monógamos, así que pudimos ver cómo un macho salía primero del agua y esperaba a su pareja para ir juntitos al nido. Dicen que no saben cómo los pingüinos encuentran a su pareja, pero siempre la encuentran. Y se llaman con graznidos. Fue realmente emocionante!! Llegamos a casa contando cien mil historias de lo que habíamos visto en la playa. Qué día tan emocionante!

Una de las cosas que hace Noelene con casi todos los Wwoofers es llevarlos de excursión a Organ Pipes que en un paseo por la montaña que desemboca en unas piedras que parecen pilares y tienen forma hexágonal, parece mentira que sean naturales. Una vez más, Noelene nos deja anodadados con su energía, el trayecto de ida es todo cuesta arriba y lo hace sin casi pestañear. Es una auténtica montañera, que a día de hoy sigue haciendo tracks por la montaña de varios días.Es un auténtico terremoto. Dion en sus años mozos era escalador, pero es que Noelene sigue hoy subiendo las montañas como la primera vez. Nos encantaría conocer su secreto, porque tienen una fuerza envidiable.

Los últimos días llovió sin parar, así que nos quedamos con las ganas de volver a Sandfly beach, en Otago península para ver los leones marinos, pero aprovechamos para ir a cine, que es el mejor plan en los días de lluvia y además, nos viene muy bien para el inglés. Vimos Sherlock Homes, y entendimos casi toda la película.

Noelene es la presidenta de la Asosiación de Rodadendro de Dunedin, así que nos llevó a los jardines que tiene la Asociación para ayudarla con las flores. Terminamos calados hasta los huesos, ya que llovía sin cesar, pero disfrutamos mucho de las lecciones de jardinería que nos dío Noelene.

Con mucha pena nos despedimos de Noelene y Dion, son realmente encantadores y muy cariñosos con nosotros. Nos tratáron como si fuesemos sus nietos, y llegamos a la conclusión de que estaban más interesados en compañía que en la ayuda que les pudieramos dar en el jardín. A Manuel incluso Noelene le cosió un pantalón que se rompió mientras estaba en el jardín, y a mí me regaló un jersey muy abrigadito que me vendrá muy bien en los días de invierno.

Al despedirse de nosotros nos preparó una bolsita para cada uno con un sandwich, fruta, galletas caseras y mermelada para el camino. Realmente son nuestros abuelos neocelandeses!!

martes, 5 de enero de 2010

Wwoofeando de Nuevo- DUNEDIN- 1ª Parte (5 al 12 Enero 2010)

Aquí no se celebran los Reyes Magos, así que ese mismo día vamos a empezar a hacer otro Wwoof. Después de estar más de 15 días viajando sin parar con los primos de Manuel, toca trabajar un poco y sobretodo, dejar de gastar dinero. Nos vamos a hacer un Wwoof a Dunedin, la ciudad universitaria donde vimos leones marinos en nuestro “primo-viaje”. Es el momento de las despedidas, y tenemos que despedirnos de Felipe, uno de los primos de Manuel, que vino de visita y se marchará a la isla Norte mañana. Ya no le veremos hasta nuestra llegada a España, y nos hizo el enoorme favor de llevarnos cosas en su maleta. Tenemos demasiado equipaje, y poco a poco intentamos deshacernos de él. Por ello, se lo agradecemos enormemente.

Otra vez el mismo viaje que hicimos hace unos días, y llegamos de nuevo a Dunedin. Al llegar nos encontramos con que nuestros Host son una pareja de abuelos octogenarios encantadores, y nosotros nos vamos a ocupar de ayudarles con el jardín. Tienen una casita rodeada de un jardín inmenso y precioso por el que la gente paga por visitar. Así que vamos a ayudarles un poco. Mientras cenábamos les explicamos un poco sobre lo que son los Reyes Mágos de Oriente y lo que imaginamos que estaría pasando esta noche en Madrid. Nos acordamos mucho de los hermanitos de Manuel, ya que en estas fechas tienen una ilusión, que sólo los niños pueden tener.

A la mañana siguiente nos levantamos puntuales (si, si, puntuales) para desayunar con nuestros nuevos Host y nos encontramos una gratíiisima sorpresa. Dion y Noelene, que son cómo se llaman, nos habían cogido los zapatos mientras dormíamos y nos dejaron dentro una bolsita llena de caramelos y chucherías, no nos lo podíamos creer!! Vinieron los Reyes Magos hasta Nueva Zelanda!! Son encantadores!! Y nos dijeron que se morían de la risa preparándolo todo por la noche, jaja

Tras la sopresa, nos dedicamos ha trabajar un poco, que es a lo que hemos venido. Empezamos a hacer jardinería, y tras pasar la mañana en nuestras labores nos fuimos a visitar una colonia de Albatross que hay en Taiaroa Head (Royal Albatross Centre & Colony) Para poder visitarla hay que pagar 40$ por persona, y ya que hacía un día ventoso, decidimos quedarnos a las puertas para ver si teníamos suerte y podíamos verlos sin tener que pagar. Y la tuvimos!! Los días de viento son los mejores para ver Albatross ya que utilizan el viento para planear y puedes verlos volando. Los Albatross son unos pájaros parecidos a las gaviotas que pueden medir hasta 3 metros y que pueden pasar años, (sí, si años) sin tocar tierra. Suelen viajar entre Nueva Zelanda y Argentina y Chile pasando por los polos, y suelen volver a NZ para anidar y cuidar a las crías, luego, vuelven a viajar. Hay una exposición muy interesante en la que te explica eso y mucho más sobre los Albatross, que están teniendo muchos problemas con las basuras que la gente tira al mar y muchos de ellos mueren por heridas causadas por esos plásticos circulares que unen las latas, por ejemplo de cocacola o cerveza... y demás desechos. Hay que sensibilizarse mucho con el tema, ya que realmente están muriendo muchos animales en peligro de extinción por las basuras que flotan en el mar.

Llegamos a casa con una sonrisa de oreja a oreja por nuestra experiencia con los Albatross. Y parece que esto no ha echo más que comenzar, porque, aunque tuvimos muy mala suerte con el tiempo (toda la semana lloviendo y a 10ºC. Y eso que estamos en verano!!!) Dion se conoce muy bien la zona, y todos los días al terminar la faena nos recomendaba sitios interesantes que visitar.

Fuimos a ver el Otago Museum y el de la universidad, mucho más interesante, en el que pudimos ver una exposición sobre mariposas en las que se nos posaron sobre nosotros. Disfrutamos mucho de la exposición. Lástima que cerrase el museo tan temprano (a las 5 pm) porque nos habríamos quedado todo el día en él. Es muy interesante.

lunes, 4 de enero de 2010

Paso por la West Coast y sus impresionantes lluvias.

Salimos de Haast con tiempo para estar en le glaciar a las 12, ya que empezábamos una excursión de 4 horas en el que caminaríamos sobre el hielo. Lo malo es que el día estaba muy lluvioso, esperábamos que se arreglase un poco antes de nuestra llegada al Franz Josef. Lo que pasó fue todo lo contrario, a medida que pasaba la mañana, las lluvias eran más potentes. La visibilidad en la carretera era muy mala y nos hacía ir muy despacio. Pasábamos kilómetros sin población alguna, con una jungla densa a los lados. En muchos puntos había inundaciones y los ríos que se formaban atravesaban literalmente la carretera. En las zonas más escarpadas habían corrimientos de tierra que inhabilitaban alguno de los carriles. En fin, lo que se dice un buen día para un paseo por el hielo.
Cuando llegamos, la compañía organizadora había cancelado todas las excursiones del día, así que nos quedamos sin glaciar. La pena es que Felipe se quedará sin verlo, ya que nosotros haremos otra intentona en algún momento. Nos acercamos a la boca del glaciar con el coche, para ver si por lo menos andando un poco lográbamos llegar a avistarlo, pero fue literalmente imposible. En el DOC nos enteramos que en esta región tienen 8000 mm de lluvia anuales de media, que para el que no lo sepa es una burrada. En Inglaterra no llegan a 2000 mm y nosotros en Madrid no llegamos ni por asomo a los 1000.
Tras nuestra fracaso proseguimos hacia Hokitika, que es donde haríamos noche. Por el camino seguían las lluvias torrenciales, así que paramos poquito. Hokitika es famosa por el jade, que lo cogen en los ríos y montañas cercanas, y hacen todo tipo de joyas y avalorios con ellas, que los venden en las tiendas del centro del pueblo. Nos dimos una vuelta por las tiendas del centro donde conocímos a un simpatico artesano que pintaba piedras y las vendía. Le compramos una de sus piedras y mantuvimos una agradable charla. Despues de eso nos fuimos a terminar el día al Backpacker que teníamos reservado. Compartímos habitación con un Aleman, con el que nos echamos unas partidillas al Scrable. Por la noche nos fuimos a un riachuelo cercano al Bkpk en el que había GlowWorms.
Al día siguiente seguimos nuestro camino hacía el norte de la costa Oeste. El día estaba un poco mejor, pero aún había lluvias intermitentes. Por lo que podíamos ver desde el coche la zona era increíblemente verde, una densa Jungla cubría las laderas de las montañas, y al otro lado se encontraba el mar de Tasmania, del que venían todos los nubarrones.
Llegamos a Punakaiki y las Pancake Rocks, que son unas formaciones rocosas situadas en la costa y dentro del Paparoa National Park. Estas formaciones rocosas son capas de piedra caliza que se han formado con el tiempo, han sido prensadas y levantadas por terremotos, y moldeadas por la acción del océano. Dimos un paseo agradable de una media hora entre los acantilados, que eran bastante chulos, aunque el sitio estaba muy lleno, ya que es muy turístico. Después de los acantilados nos fuimos a un dar otro paseo por el Truman Track, que se encuentra unos pocos kilometros al norte y en el que llegas a una pequeña playa. Pensabamos comer en la playa, pero cuando llegamos empezó a llover de nuevo. Proseguimos un poco más al norte y paramos a comer en un mirador en el que teníamos unas vistas impresionantes de toda la costa.
Desues de comer empezamos nuestra bajada deshaciendo el camino, y cruzamos a la costa este camino a Christchurch donde queríamos dormir. Entre las dos costas pasamos por Arthur Pass atravesando los Alpes del Sur. En cuanto nos alejamos de la Costa Oeste el cambio del clima fue impresionante. Dejó de llover y el cielo se abrió en cuestion de una hora. Arthur Pass nos mostraba sus colores entre picos nevados, ríos azules, rocas grises, bosques verdes y pastos dorados.

domingo, 3 de enero de 2010

Camino de la West Coast ( 3 de enero 2010)

Después de nuestra celebración de año nuevo, partimos desde Te Anau hacia la costa oeste. Eso implicaba que volviésemos a pasar por Queenstown y Wanaka, donde haríamos noche. Intentamos ir al pequeño cine, pero esa noche sólo ponían una peli de miedo y nos quedamos sin enseñárselo a Felipe y sin las cookies del descanso. El día 2 nos levantamos pronto para hacer avituallamiento, ya que nos habían dicho que en la costa oeste no encontraríamos ni supermercados. Después nos pasamos a hacer una visita a nuestras amigas del Milford track, que nos invitaron a un té en su B&B. Tan simpáticas como siempre nos dijeron que si queríamos buscar ahí trabajo en febrero no tendríamos problemas y nos dieron el contacto de un Wwoof que podríamos hacer mientras encontrábamos algo. También nos aconsejaron una ruta cerca del lago Wanaka que tenía unas vistas impresionantes, así que ahí que fuimos.
La ruta en cuestión se llamaba Diamont Lake estaba situada a unos 20 minutos al sur de la ciudad y se subía a una colina en la que se divisaba todo una gran parte del impresionante lago Wanaka rodeado de los picos montañosos de los Alpes del Sur, que aunque es verano, conservan muchas cumbres nevadas.
La ruta en sí nos demoró una hora y media aproximadamente.
Esa misma tarde proseguimos camino hacia la West Coast vía Mont Aspiring National Park. Un increíble valle rodeado de montañas arboladas preciosas, a ambos lados de la carretera se podían ver carteles de diferentes rutas y cascadas que se podían hacer. Es una lástima que no tuviésemos tiempo, ya que merecería la pena visitar la zona con más calma.
De repente el valle se abrió llegando al mar de Tasmania, donde había un mini pueblo de cuatro casas llamado Haast en el que íbamos a pasar la noche. El pueblo era solo de paso, todo el mundo que para ahí o se dirige a los glaciares o hacía Wanaka en sentido contrario. Nos fuimos a dar una vuelta por la playa y aunque era impresionante, no nos llevo más de 20 minutos verla, debido a la insoportable cantidad de sandfies que ahí se encontraban y que te hacían imposible quedarte quieto. Corroboramos que lo que nos contaban era cierto.