lunes, 12 de abril de 2010

Northland (10 al 12 de abril)

Nos disponíamos a salir de Auckland sin la ruta muy clara, así que hicimos una paradita primero en el "Info Site", aunque no nos aclaró mucho la cosa. Llevamos unos días de indecisión que nos están comiendo por dentro, nuestro futuro es incierto.
Laura y Tracy nos aconsejaron visitar el bosque de Kauris, que está situado en la costa oeste, así que ahí nos dirigimos. Después de un día de viaje tranquilo llegamos a Dargaville, donde pasamos la noche en un antiguo colegio rehabilitado como backpckrs. Al día siguiente paralelos a la costa del mar de Tasmania, y a unos 50 kilometros al norte llegamos al Kauri Forest, que es una extensión de unos 100 kilometros de bosque nativo, en los que predomina el Kauri, un árbol gigante que puede alcanzar más de 60 metros de altura. En el centro del visitante nos dimos cuenta del enorme daño que los europeos hicieron a este bosque en los early days. La madera del Kauri es de muy buena calidad y estos bosques fueron devastados por la industria maderera. En un gráfico se podía ver como hace 200 años este tipo de bosque ocupaba toda la mitad norte de la isla, y ahora la extensión en la que estábamos era la mas grande y quedaban otros muy pequeños bosques desperdigados por la región de Northland.
Dimos un paseo por el bosque y nos acercamos a los troncos de los árboles, que impresionan por su inmensidad. Vimos a las cuatro hermanas, que son cuatro kauris que han crecido juntos. También visitamos Te Matua Ngahere, padre de los bosques, con un tronco de más de 10 metros y Te Mahuta de más de 2000 años de edad. Realmente increíble. Aunque es una sensación agridulce pensar en lo que fueron estos bosques y lo que son hoy en día…
Tras nuestra excursión por los bosques de Kauri, nos dirigimos hacia la costa este. Decidimos dormir en un pequeño pueblo costero llamado Russell . Para llegar hasta allí la forma más rápida es coger un ferry que por un modesto precio te cruza la distancia que lo separa desde Paihia. Inicialmente pensamos en hacer un track por la zona, pero las fuerzas hay veces que nos fallan, y decidimos pasar un par de días tranquilos en esas preciosas costas. Hay muchos pequeños tracks que se pueden hacer por las costas y nosotros tuvimos la suerte de encontrarnos con Pukekos en el camino!!
Tras recobrar fuerzas, decidimos emprender el camino hacia el norte. Tras un rato de conducción, llegamos a Nine Mile Beach, una playa de más de 90 kilómetros que hace oficialmente de carretera. No queríamos perder la ocasión de conducir por una playa, así que, sin dudarlo, circulamos por los 90 kilómetros enteros!!
Cuando la playa llegaba a su fin, nos encontramos con unas inmensas dunas de arena blanca famosas porque la gente hace Sand Board en ellas.. En el backpacker nos habían prestado unos trineos para poder hacerlo, así que no lo dudamos. Es duro subir las dunas, pero el esfuerzo merece la pena ya que la bajada es muy divertida… Tras pasar parte de la tarde deslizándonos por la arena, continuamos el camino, queríamos llegar a Cape Reringa antes del anochecer, y cada ver atardece más temprano. Llegamos al punto más al norte de Nueva Zelanda, presidido por un faro desde donde puedes ver perfectamente como su fusionan el mar de Tasmania con el Pacifico. Rodeado por playas blancas. Disfrutamos del atardecer mientras mirábamos hacia el mar…

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