domingo, 28 de febrero de 2010

HEAPHY TRACK ( 25 al 28 de febrero de 2010) 2ª Parte

3º Día: Deshaciendo el camino
El track continúa hasta llegar a los alrededores de Takaka en la costa oeste, pero nosotros decidimos deshacer el camino andado para ahorrarnos el dineral que cuesta el autobús de regreso.
Nos levantamos tras un concierto de ronquidos que duró toda la noche, y que nos obligó a ponernos papel higiénico en las orejas para poder dormir. Pensábamos descansar un poco por la mañana ya que el día era todo cuesta abajo (era deshacer el camino) pero no nos dejaron, a las 7 ya estábamos en pié.
Al poco de iniciar el camino, nos encontramos con un Robin, pájaro neocelandés que se nos posó en el camino, era tan curioso que estuvo un buen rato revoloteando a nuestro alrededor mientras hacíamos un descanso. Hasta nos comió de la mano!! Era muy amistoso y nos acompañó parte del camino.
Tras tres horas y pico llegamos al hut situado en la base de la montaña. Ya habíamos terminado el descenso, pensábamos comer aquí, pero las sandflies hicieron acto de presencia y no nos dejaron descansar más de 5 minutos. Después de la rápida comida proseguimos el camino y nos adentramos de nuevo en el precioso bosque repleto de la mezcla de todo tipo de plantas, árboles y pajaritos.
Un tramo del camino estaba cortado por un derrumbamiento de tierra, era pequeño y desde un lado se veía el otro a unos diez metros. A la ida seguimos las indicaciones del DOC y dimos un rodeo de unos diez minutos por unas cuestas muuy empinadas. Así que como buenos españoles decidimos saltarnos las señales de aviso y cruzar a través del barrizal del desprendimiento al otro lado. Justo cuando estábamos en plena faena apareció la guardabosques y nos pillo, nos echó la bronca y nos trato como tontos, como si no entendiésemos el cartel de DANGER que tuvimos que saltar, no le entraba en la cabeza que nos saltásemos las normas!! Maldita mala suerte, todo el día sin cruzarnos con nadie y cuando hacemos la pifia nos pillan.
Llegamos pronto al hut donde íbamos a dormir esa noche, el mismo que la primera noche. Como llegamos pronto y hacía muy bueno, decidimos darnos un baño en la desembocadura del río junto al mar. La verdad es que el baño nos sentó genial.
Una vez limpios nos fuimos a dar un paseo por la playa y ver un precioso atardecer. Por la noche, antes de irnos a dormir, cuando nos fuimos a lavar los dientes nos percatamos que teníamos compañeros. Un par de possums estaban merodeando por los alrededores del hut en busca de algo de comida. Unos bichos raros, pero graciosos, una mezcla entre gato y koala. En tierra parecía torpe, y nos dio pena pensar que aquí los consideran una plaga y se los quieren cargar a todos. Pero cuando vimos como trepaba por los árboles en busca de nidos de pájaro, comprendimos lo peligrosos que pueden llegar a ser aquí los possums, ya que un solo ejemplar se puede cargar a cientos de familias de los maravillosos pájaros que hemos estado viendo en todo el camino.
La noche estaba maravillosa, la luna era llena y el cielo estaba despejado, así que casi no nos hacía falta llevar linterna. Un broche final a un buen día.
4º Día: Tsunami!!!
Hoy salimos más tarde de lo normal, ya que hay un punto en el camino que hay que pasarlo con marea baja, ya que si no es imposible. La marea baja era a partir de las doce y el punto estaba a unas dos horas andando, así que empezamos a caminar a las diez.
Cuando llevábamos una hora de camino, aparecieron las guardabosques corriendo y nos dijeron que había habido un terremoto, y que debido a eso se había generado un tsunami. Se preveía que llegase a costa entre las once y las doce, así que entre esas horas no podíamos estar en la playa (el día de hoy transcurría en paralelo a la playa en todo momento). Le pregunté a la chica la altura estimada del tsunami y me contestó que un metro, pero como ya me conocía me insistió que ni de coña nos acercáramos a la playa y que no me saltase las reglas, que era muy peligroso.
Entre esas horas decidimos quedarnos en lo alto de un risco a ver si éramos capaces de ver algo, pero no vimos nada. Después nos encontramos con las chicas de nuevo y nos dijeron que fue una falsa alarma.
Mas tarde nos enteramos que fue una alarma de Tsunami provocada por el terremoto de que sacudió Chile el día anterior, y que el pánico fue tal, que a Laura la desalojaron de su barrio durante la mañana completa, ya que ella vive en frente de la playa en Christchurch.

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