jueves, 8 de octubre de 2009

Llegada a Nueva Zelanda: Auckland

El viaje fue bastante incomodo, sobrevolando el Pacífico en mitad de ninguna parte. La Antártida era el continente más próximo en más de la mitad del trayecto. Tras 13.30 horas de vuelo, el avión empezó a descender y nos adentramos en las nubes. Desde la ventanilla se observaba una inmensa costa azotada por un mar embravecido, estaba lloviendo. El avión aterrizó en una pista pegada al mar, “¡por fin llegamos a Auckland!”
Recogimos las maletas sin incidentes, y nos dirigimos a las aduanas, primera prueba de nuestro magnifico nivel de Ingles. El policía nos pide el pasaporte y nos hace un par de comentarios, nosotros: “je, je“, repite los comentarios, unas risas, repite los comentarios, ahh, que son preguntas! Primer examen: suspenso.
En el aeropuerto estaban esperando Carlos y Chiqui, que nos dieron la bienvenida con globos y todo. Nos fuimos todos juntos en su coche, que era muy grande, pero aun así costo encajar los 4 ocupantes y nuestros 100 kilogramos de equipaje.
El aeropuerto estaba a una media hora del backpacker en el que nos íbamos a alojar. Los backpacker son unos pequeños hoteles muy baratos que existen en toda Nueva Zelanda, son tipo albergues, y tienen habitaciones de todo tipo, desde dobles “on ensuit” que son con baño propio, hasta habitaciones comunitarias con literas y baño compartido. Cuando llegamos a la habitación, a Julieta casi le da algo pensando que íbamos a pasar todo el año en habitaciones como esa, tipo hotel cutre de Londres y con baño compartido, pero Carlos y Chiqui nos explicaron que en Auckland eran así, pero que en el resto del país había unos mucho mejores, había de todo, pero en general mejores.
Una vez descargado el equipaje, estábamos listos para darnos una vuelta por la ciudad. Estábamos cansados, pero los nervios no nos iban a dejar dormir, así que a patear. El backpacker estaba al lado del centro, así que decidimos ir andando.
El centro de Auckland no es muy grande, está situado en una ladera junto a una bahía en el mar y las calles son bastante inclinadas. Hay una gran torre que domina el “Sky line”, es bastante parecída al “piruli”, pero más nueva y moderna, y se llama Sky Tower”. Nos quedamos con ganas de subir, pero no hacía muy buen tiempo e imaginamos que lo importante eran las vistas. Otro vez será… Después de un largo paseo por el centro y el puerto donde comimos-cenamos nos volvimos a descansar después de nuestro largo día de viaje.
El segundo día en Auckland también lo dedicamos a pasear. Nos fuimos a dar una vuelta al otro lado de la bahía de Auckland, cruzando por un gran puente en el que se ve todo el centro de la ciudad. El otro lado es más residencial, con casitas de madera y jardines sin valla, al estilo americano. Estuvimos en un parque con unas colinas desde las que se divisaba el centro de la ciudad por un lado, el mar por otro y los alrededores de Auckland llenos de urbanizaciones de casitas bajas.
El segundo punto que visitamos es el Mt. Eden, Maungawhau en Maorí, situado al otro lado del centro, pero también con muy buenas vistas de el y del otro lado de la ciudad. El Mt. Eden es cráter de volcán mas alto de los ocho que rodean Auckland.
La ciudad me gusta, es tranquila y parece que se vive muuuy bien, si esto es la ciudad más grande de Nueva Zelanda, no me quiero imaginar la tranquilidad que me encontraré en los pueblos perdidos de la mano de dios.

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